WASHINGTON, 8 Abr 2007
De Univisión
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Las últimas encuestas para las elecciones de 2008 colocan a Hillary Clinton encabezando las filas demócratas, mientras que Rudolph Giuliani lidera el bastión republicano, aunque el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney avanza rutilante en la carrera hacia la Casa Blanca.
Nueve meses antes de las elecciones primarias en Estados Unidos, las encuestas de opinión sirven en particular como barómetro para que los jefes de campañas de los candidatos afinen sus estrategias.
Del lado demócrata, la ex primera dama Hillary Clinton, senadora por Nueva York, parece mantener el liderazgo.
Una encuesta de la revista Time en marzo le dio a la candidata un 31% de apoyo de los electores, contra un 24% que se inclinó por Barack Obama y un 16% que se pronunció en favor de John Edwards, quien ya fue candidato por su partido en las elecciones primarias de 2004, en las que venció John Kerry.
En la última encuesta de Fox News, la esposa del popular ex presidente Bill Clinton (1993-2001), lideraba la carrera con 36% de apoyo contra un 18% que se decantó por Obama y un 13% por Edwards.Pero cuando el foco de atención se dirige a los Estados clave de Iowa (centro-norte) y Nuevo Hampshire (noreste), donde los resultados de la votación serán decisivos en las elecciones primarias del 14 de enero de 2008, la carrera se presenta más ajustada.
Tras meses de una intensa campaña electoral en Iowa, estado donde el Partido Demócrata realizará la primera votación para designar a su candidato en los comicios de noviembre de 2008, John Edwards aventajaba a Clinton por cinco puntos porcentuales.
Según una encuesta llevada a cabo por la Universidad de Iowa entre el 19 y 31 de marzo, Edwards obtenía un respaldo de 34% contra un 29% para la ex primera dama de Estados Unidos. Obama les seguía con un 19%.
Varias semanas después de revelar que su mujer Elizabeth enferma de cáncer había sufrido una recaída, el liderazgo de Edwards en el Estado fue confirmado por un sondeo de Strategic Vision divulgado la semana pasada, que lo colocó primero con un 27%, seguido de Obama que recibió un 20%, mientras que Clinton quedó en tercer lugar (19%).
Los tres candidatos demócratas han visitado Iowa, a sabiendas de que si no se imponen en la votación de ese Estado clave, tendrán serias dificultades para reunir fondos y lograr la cobertura mediática necesaria para continuar en carrera.
En el otro Estado clave de Nuevo Hampshire, Clinton se mantiene primera, aunque con poco margen.
Una encuesta de Zogby dio a Clinton un 29 de apoyo la semana pasada, mientras que colocó a Obama y Edwards empatados con 23%.
En el frente republicano, Giuliani lidera claramente la contienda, seguido del senador John McCain y de Romney.
El ex alcalde de Nueva York corría con un 34% de apoyo según un sondeo de Cook Report/RT Strategies divulgado el 1 de abril. McCain seguía segundo (17%) y en tercer lugar se ubicó el ex senador y actor de televisión Fred Thompson (10%).
El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, quien se perfila como aspirante a la candidatura republicana, quedó en tercer lugar con un 9% de simpatizantes y Romney en el cuarto con un 6%.
En Iowa, Giuliani encabezaba también en una encuesta de Strategic Vision, con un 25%, por delante de McCain que obtuvo un 20%.
Atrás quedaba Thompson (11%), Romney (8%) y Gingrich (6%).
Pero McCain era el favorito en Nuevo Hampshire, que le dio un 27% de respaldo, en varias encuestas realizadas en el Estado el mes pasado, delante de Giuliani que conseguió 24%, y de Romney, con un 20%.
Sin embargo, en una encuesta difundida la semana pasada por Zogby, Romney empataba en este estado con McCain, con 25 de aprobación, bastante por encima de Giuliani que se quedó atrás con un 19%.
No obstante, la mayoría de estos sondeos se realizaron antes de que Romney mostrara sus grandes dotes para recolectar fondos, poniéndose en el bolsillo más de 21 millón de dólares en las primeros tres meses del año, en comparación con Giuliani, que logró 15 millones o McCain, que acumuló hasta ahora 12,5.
Esta ventaja, una gran sorpresa para su partido, puede ayudar a las aspiraciones de Romney, quien de ganar, se convertiría en el primer mormón en alcanzar la cúspide del poder estadounidense.
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