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El gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, anunció este miércoles que decidió archivar su polémico proyecto de emitir licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados que residen en el estado.
"He escuchado las legítimas preocupaciones del público y de aquellos que serían afectados por mi propuesta y he concluido que seguir adelante con el plan unilateralmente en medio de tanta oposición, sería contraproducente", declaró Spitzer durante una rueda de prensa celebrada en el Capitolio, en Washington, tras reunirse con miembros de la delegación de Nueva York en el congreso.
El anuncio ocurre después de que la propuesta fuera blanco de críticas, tanto de los precandidatos a la presidencia del Partido Republicano como del Demócrata
La propuesta del gobernador demócrata buscaba sacar de la clandestinidad a cientos de miles de inmigrantes indocumentados que residen en Nueva York, ofreciéndoles la oportunidad de obtener el permiso de conducir sin tener que probar su estatus migratorio.
Pero la idea provocó un debate nacional que, incluso, tuvo sus efectos en la pre campaña por la nominación a la candidatura presidencial del Partido Demócrata.
Tras afirmar que el gobierno federal ha "perdido el control" de sus fronteras, Spitzer dijo estar convencido de que el estado de Nueva York no podrá encarar por sí solo, y de manera efectiva, el problema de la inmigración ilegal.
El plan
El gobernador había anunciado su plan en septiembre pasado. En aquella ocasión, explicó que residentes de Nueva York podrían solicitar licencias de conducir estatales. A los solicitantes no se les pediría un número de Seguro Social ni que demostraran que eran elegibles para obtenerlo.
En cambio, el único documento requerido sería un pasaporte extranjero o la licencia de otro estado y "cualquier otro documento de identificación verificable y válido".
La medida no sólo surgió entre las filas republicanas sino también dentro del Partido Demócrata.
Funcionarios del estado calculan que en Nueva York residen decenas de miles de personas indocumentadas, sin licencias ni seguros de auto.
Según el gobernador, la medida mejoraría la seguridad en el tráfico y disminuiría las tarifas que cobran las aseguradoras de autos.
Tema de debate
El tema de la propuesta de Spitzer figuró entre las preguntas a los precandidatos demócratas a la presidencia, durante un debate televisado hace dos semanas.
A la senadora Hillary Clinton, favorita entre los demócratas, se le criticó que no tomara una postura definida ante el plan.
Tras el anuncio de este miércoles, Clinton declaró que apoyaba la decisión del gobernador neoyorquino de engavetar su propuesta.
"Como presidenta, no voy a apoyar licencias de conducir para personas indocumentadas y ejerceré presión para que se logre una reforma migratoria que incluya soluciones a todos estos problemas relacionados con la inmigración ilegal, incluyendo la seguridad en la frontera", dijo Clinton.
"Clima anti-inmigrante"
Organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos condenaron la decisión del gobernador de Nueva York.
Javier Valdés, dirigente de la Coalición de Inmigrantes de Nueva York, aseguró a BBC Mundo que Spitzer desistió de su plan por presiones políticas.
"Creo que lo que vimos fue una gran oportunidad perdida que iba a mejorar la seguridad en las carreteras del estado de Nueva York y ayudar en la integración de un millón de personas indocumentadas en el estado", dijo el activista.
Valdés agregó que lo ocurrido con la propuesta del gobernador de Nueva York resalta la necesidad de una reforma de las leyes migratorias, que hasta ahora ha fracasado en el congreso.
Consideró que la razón por la que Spitzer retiró su propuesta es "que estamos viviendo en un clima muy anti-inmigrante en estos momentos, que no se puede tener un debate claro y conciso sobre un tema de tanta importancia porque hay políticos que están promoviendo una política de temor contra la comunidad de inmigrantes, en la cual continúan atacando a nuestra comunidad".
Los defensores de la propuesta de Spitzer afirman que la medida sería beneficiosa para todos los neoyorquinos.
En el presente, ocho estados de Estados Unidos -Hawai, Maine, Maryland, Michigan, Nuevo México, Oregón, Utah y Washington- no exigen a los conductores que comprueben su estatus migratorio para obtener una licencia de conducir.
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