NUEVA YORK, EE.UU. AFP/Servicios Google
Ruidos ensordecedores, escaleras mecánicas rotas, inundaciones, salidas clausuradas: el metro de Nueva York, que transporta cotidianamente cinco millones de personas, es vetusto.
Una empresa especializada en la inspección de ascensores y escaleras mecánicas, J. Martin Associates, publicó en 2007 un informe confidencial cuyas conclusiones publicó esta semana el diario The New York Times junto a una investigación periodística de varios meses.
El resultado es demoledor: según los informes técnicos, las 169 escaleras mecánicas se rompieron 68 veces en 2007 y dos tercios de los 200 ascensores quedaron trancados por lo menos una vez con un pasajero adentro.
"Estuvimos observando seis meses, a pedido de las autoridades del transporte metropolitano (MTA), pero cuando recibieron nuestras conclusiones las hallaron demasiado críticas y nos pidieron cambiar la presentación, dijo a la AFP Michele O'Toole, presidente de la empresa de 10 empleados, que renunció.
"Los empleados que trabajan en el mantenimiento no están lo suficientemente calificados", estima O'Toole, tras señalar que "una formación de cuatro semanas no tiene sentido" por insuficiente.
El MTA reaccionó prudentemente en un comunicado al artículo del New York Times, limitándose a indicar que se hubo inversiones "impresionantes" durante las dos últimas décadas para mejorar las instalaciones.
Los relatos de los pasajeros son implacables. "Es el metro más repleto, sucio y ruidoso que he visto", dijo Guy Ardito, un pasajero que espera en el andén de Times Square en pleno centro de Manhattan.
"Tengo la suerte de no ser lisiado, y puedo evitar los ascensores, pero los veo a menudo rotos", agrega el joven fisioterapeuta.
"El metro de Nueva York tiene cien años, y se nota. Uno de los peores problemas son las inundaciones cuando llueve, y el olor nauseabundo de ciertas estaciones, como la de la calle 59, en las líneas 4, 5 y 6", agrega.
El diario gratuito "A.M. New York" publicó recientemente una lista de los problemas del metro, ilustrados por la foto de una cortina de agua que separaba al tren y los pasajeros en Penn Station, durante una tormenta.
Los charcos de agua en el piso están señalados por carteles amarillos. Pero nadie advierte sobre los riesgos que corre el usuario por los decibiles desencadenados a la llegada de un tren que corre sobre ruedas metálicas.
"No me animo a traer mis instrumentos de medida porque la policía podría confiscar mi material, pero estimo que el ruido supera a menudo los 100 decibeles, y 110 cuando chillan los frenos", dijo Alan Fierstein, fundador de Acoustilog, una empresa especializada en la medición de ruidos.
"Hay unos 70 decibeles en Time Square en pleno día, 100 cuando suenan las sirenas de los bomberos, y un nivel de 120 es nocivo para los tímpanos".
Las demoras son frecuentes y a menudo el metro queda parado varios minutos en medio de un túnel. A pesar de que hay pocos accidentes, un tren se descarriló el mes pasado sin provocar víctimas y unas 400 personas tuvieron que ser evacuadas.
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