El Gobernador de Nueva York dimite por un escándalo sexual

El demócrata Eliot Spitzer toma esta decisión después de que saliera a la luz que es cliente asiduo de una red de prostitución de lujo.

El gobernador de Nueva York, el demócrata Eliot Spitzer, ha presentado su dimisión al cargo, dos días después de salir a la luz que era cliente asiduo a una red de prostitución de lujo y de negociar esa salida con la fiscalía general del estado.

"Los remordimientos me acompañarán siempre", ha asegurado Spitzer en su comparecencia de hoy ante la prensa en Nueva York, donde también ha señalado que no le quedaba más remedio que "aplicarse a sí mismo", los mismos criterios "de rectitud" y de "asunción de responsabilidad" que siempre ha pedido a los demás en su carrera política.

Según los investigadores citados por la prensa, el gobernador "era un cliente habitual que llegó a gastar 80.000 dólares (51.600 euros) a lo largo de varios años en el pago de servicios de prostitución de lujo". La cadena de televisión ABC ha entrevistado a una de las prostitutas, 'Sienna', de 22 años, que dijo haberse acostado con Spitzer hace dos años, cuando todavía era fiscal general del estado y se había significado por ser un "cruzado" contra la corrupción, además de haber dirigido varias investigaciones contra redes de prostitución.

Por el momento el gobernador permanece en su casa de Manhattan sopesando la salida a esta situación, aunque tanto demócratas como republicanos han insistido en que ya no se trata de saber si va a dimitir o no, si no de cuándo lo va a hacer.

Investigado por el FBI
Por otra parte, el Washington Post ha informado de que Spitzer ya estaba siendo vigilado por el FBI semanas antes de que se produjera el encuentro con una prostituta que ha desencadenado el escándalo. Según el diario, que cita a una persona conocedora de la investigación, el FBI había intentado sin éxito coger por sorpresa a Spitzer en el mismo hotel, tras escuchar una conversación telefónica en la que éste hablaba de la posibilidad de reunirse con una prostituta en un viaje a Washington.

Spitzer, considerado una figura emergente en el Partido Demócrata tras su contundente victoria en Nueva York hace 16 meses, pidió disculpas por su conducta el mismo lunes, cuando salió a la luz el caso, y ayer, pese a las numerosas voces que pidieron su renuncia -incluidos los republicanos de este estado-, permaneció en su casa y se reunió con sus ayudantes y abogados estudiando sus posibilidades.

El gobernador ha sido identificado por las fuerzas de seguridad como el anónimo 'cliente 9' que aparece en documentos judiciales y quien pagó por una prostituta para que viajara de Nueva York a Washington el 13 de febrero para reunirse con él en Mayflower, el mismo hotel en el que ya le esperó el FBI en enero, relata el 'Post'. Los citados documentos judiciales dan a entender que Spitzer era un cliente habitual de las prostitutas de lujo.

Por el momento no hay prueba alguna de que el gobernador de Nueva York, de 48 años, casado desde hace 21 años con la misma mujer y padre de tres hijas, hubiera utilizado dinero público, pues es poseedor de una de las grandes fortunas de EEUU.