Judith Torrea/EDLP/Servicios GoogleNUEVA YORK — Mirando el futuro desde sus 106 años de edad, Rosa Herminia Frías dejó atrás sus pasos vacilantes y con un bastón y paraguas acudió a votar ayer en Bushwick: un derecho que sólo había ejercido una vez.
Lo que le despertó de su indiferencia —ante las primarias presidenciales— fue el recuerdo: el ver en precandidato demócrata Barack Obama la imagen de John F. Kennedy y con él, su esperanza de cambio, de un mundo mejor y más justo.
“En República Dominicana teníamos sus fotos. Soñábamos con su mundo y escuchando ahora a Obama veo a Kennedy”, dijo Rosa Herminia Frías, que emigró a Nueva York hace 32 años.
La centenaria se mantenía firme en su postura en la entrada del centro “Hope Gardens” donde fue a depositar su voto, aunque su única hija Mercedes Arias, de 85 años y su nieta Nieves Altagracia, de 50, intentaban convencerle para que se uniera a ellas y votara por la senadora Hillary R. Clinton.
“En estos momentos hay que dejar atrás la raza (son afro-dominicanas) y votar por la mujer. También las mujeres podemos ser presidentes”, afimó Nieves Altagracia, madre soltera de 4.
Pero Rosa Herminia Frías votó por Obama. Firmó con humor en el registro de votación: “Es una firma que ni el Presidente la tiene” y se convirtió en la protagonista de los que acudían a la misma hora a votar: “106 años, lloviznando y votando. Es admirable y un ejemplo para todos”, dijo Elvis, una de las personas que se encontraba en el recinto.
“Tenemos a la familia dividida entre Hillary y Obama. Los debates han sido como un juego de béisbol. Somos 17 personas de la familia las que hemos acudido a votar hoy (ayer). Nunca habíamos salido a votar tantos”, afirmó Nieves Altagracia, la nieta de la centenaria.
La palabra “cambio” —que popularizó Obama en su campaña— se encuentra en las ansias de voto de las tres.
“Este país necesita un cambio, no más Bush, no más republicanos y familias divididas por las autoridades migratorias”, dijo Altagracia.
La diferencia entre las tres generaciones de mujeres es quién llevará el cambio dentro del Partido Demócrata: si Obama o Clinton.
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