Por: Miguel Melenciano
New York, (PP).-Cuando hablamos del impacto, que en términos económicos han tenido los espectáculos que se realizan en el Teatro United Palace, no es importante la distinción entre beneficiarios locales, regionales, o de otras localidades, siempre y cuando una alta proporción de los que disfrutan del mismo sean todo originario del país, en este caso lo que pagan y quienes se benefician son todos dominicanos.
Contrario a lo que pueda pensarse, los grandes espectáculos montado por los promotores artístico dominicano, en el Teatro United Palace, así como en el Madison Square Garden, por un lado, se han convertido en una fuente solidad de ingreso económico, para la finanza de la Republica Dominicana, y por el otro lado, en una válvula de escape para los dominicanos en el exterior.
Es decir, que estos shows han venido a resolver dos asuntos fundamentales para los dominicanos, de aquí, y para los de allá. Ambas situaciones, al fin y al cabo, se convierten en júbilo, para unos y otros, porque los dominicanos se divierten mientras ayudan a su patria, sentimiento éste, que siempre esta presente en el accionar de la diáspora en ultramar.
Estos shows han venido a resolver dos asuntos fundamentales para los dominicanos, de aquí, y para los de allá
Hoy, en el contexto de la crisis global actual, estas multitudinarias funciones se han convertido en fuente de ingresos y empleos, necesarios e intangibles, pero básicos, de la cual los beneficiarios son, en la gran mayoría dominicanos. Yo voy más lejos, creo que a éstos espectáculos no se le da, desde el punto de vista económico, la categoría que tienen.
Y es evidente que están en auge y que cada año, los empresarios artísticos celebran mayor números de eventos, a lo que acuden cada vez, más gentes que nunca. Incremento que debemos agradecer, tomando en cuenta que nuestro país es productor número uno de agrupaciones musicales; de merengue, bachata, y el pegajoso ritmo urbano.
Entonces, vista las limitadas posibilidades –en cualquier orden que se quiera tomar, y desde cualquier punto que se quiera ver- que hay en el país, de que esas agrupaciones musicales puedan mantenerse amenizando bailes en el mismo, se hace imperioso para ellos, la búsqueda de otros horizontes.
Hoy, en el contexto de la crisis global actual, estas multitudinarias funciones se han convertidos en fuente de ingresos y empleos
Espacio, -en este momento en el que se produce una caída de la actividad económica a nivel mundial- solo algunos bravos empresarios artísticos se han arriesgado a invertir, en este sector del entretenimiento, que como toda inversión, pueden ganar, pero también pueden perder.
Pero acerquémonos a la realidad, se presenta el caso de la subsistencia económica de cada agrupación musical, estas poseen -cada una- unos 15 integrantes, y tal vez, 15 personas más que dependen de la misma, y cada una de esas almas, tiene una familia con un mínimo de 3 integrantes.
Lo importante, no es la multiplicación de personas que se benefician de la participación de las orquestas en estos grandes espectáculos, sino, el círculo económico que produce, tanto en el lugar de su ejecución, como al país (Republica Dominicana) donde llegarán éstos recursos, los cuales muchas veces no son medidos por los mecanismos destinados al efecto.